Petrocasas
Un asunto
que hemos discutido en esta página varias veces. Y tenemos que volver a
discutirlo. Porque a pesar de la amplitud y cortesía con las cuales han sido
recibidas nuestras críticas por parte de la dirección de la empresa, no parece
que los defectos señalados han sido realmente corregidos en su esencia. Así que
volvemos a repetirlo, y que se entienda claramente: cuando hacemos una crítica
es para que el éxito sea mayor y que podamos decir con orgullo, esto ha sido
hecho en Venezuela, este es el gran salto que hemos dado para mejorar la calidad
de vida de los más necesitados, y aquí estamos construyendo algo que va hacia el
socialismo. Las críticas constructivas para eso son: para que las cosas mejoren
realmente, con generosidad, con imaginación, con audacia.
Sería estúpido,
más que ello, criminal, no reconocer objetivamente que los compatriotas que
vivían en Guacara y Güigüe en ranchos miserables, y que recibieron las nuevas
casas de PVC, han logrado un cambio extraordinario. Con gran alegría y optimismo
hay que celebrarlo.
Muy bien, pero también debemos preguntarnos: estas
casas ¿no podrían ser aún mejores? ¿Es que acaso no podría su diseño, con pocas
alteraciones, responder verdaderamente a los requerimientos de un programa de
uso bien estudiado, con flexibilidad, con posibilidad de crecimiento, con los
patios, corredores, aleros y la ventilación transversal, tan necesarios en
nuestro clima, y tan ajustados a los hábitos de vida de nuestra población? ¿Es
que acaso su organización urbana, más compacta y densa, no podría corresponder a
una concepción bien estudiada, que contemple mucho más que la hilerita de
casitas a lo largo de una callesota pelada? ¿Donde están, por cierto, los
servicios comunitarios, escuelas, farmacias, consultorios, parques y
bibliotecas, que deberían estar listos antes que las viviendas? ¿Es que acaso no
es posible aprovechar las grandes experiencias que ofrece el conocimiento de
nuestros mejores arquitectos y urbanistas? ¿Cuáles son las razones para que
entre las intenciones y las realizaciones -cuando se trata de viviendas- siempre
nos topemos con lo que parece un espesor grotesco de ignorancia y de
indiferencia hacia aspectos que no son de estética sino de valores de
existencia, de calidad de vida, de respeto por la experiencia y el talento? El
objetivo, finalmente, no debe ser tan sólo el de cumplir unas metas
cuantitativas, tantas casitas bien buenas, sino producir un magnífico hábitat
con las mejores casas prefabricadas para la autoconstrucción que se hayan
producido en el mundo.
Porque en Venezuela podemos hacerlo. Y el proceso
revolucionario se lo merece. Punto.
La Carlota causa polémica
Hemos recibido diversas, gratas, contrarias y
constructivas respuestas a las visiones presentadas en esta página en las dos
últimas semanas. Desde las felicitaciones por parte de Maryclen Stelling
calificándolas de excelentes, hasta las de Mariano Goldberg desde Israel, quien
expresa su extrañeza por nuestras provocaciones en cuanto a la "mitología
burguesa" sobre los grandes parques y nos retruca con una idea descocadísima,
que en lugar de construir 620 viviendas se hagan 62.000, que el problema es cómo
usar racionalmente ese espacio, someterlo a un concurso de ideas y a una
discusión pública.
Aurora Lacueva nos invita a reconsiderar nuestras
opiniones sobre reunir en un solo espacio teatros, centros de exposiciones y
focos para la música y el baile. Dice que hay un sobreuso del Parque del Este y
que La Carlota es una oportunidad única de regalarle a la ciudad un parque verde
de cierta extensión.
Hasta la consulta de Paola Cano quien pide ampliar
la idea de "entretenimiento activo" que le parece muy interesante.
Como
ven, el proyecto de La Carlota se las trae. Leyendo estos comentarios que nos
llegaron recientemente , ¿cómo se puede decidir sobre esa porción de Caracas
construyendo viviendas, edificios de oficinas y laboratorios para investigación,
entre otros usos, sin la definición de un plan maestro de desarrollo,
técnicamente elaborado y ampliamente consultado con tirios y troyanos?
La ministra de Vivienda declaró (
ÚN 05/04/08 ) que en 15 años esperan llevar a cero el
déficit habitacional.
Cómo nos puede convencer una declaración de esa
naturaleza sin un riguroso y detallado plan. El cual, por lo menos, precise las
magnitudes requeridas y las opciones para proveerlas realmente de aspectos
fundamentales como la tierra y su ubicación, los diversos materiales,
componentes y maquinarias de construcción, la mano de obra profesional, técnica
y obrera, las necesidades y posibilidades efectivas de inversión en los
servicios de agua, cloacas, energía, etc, y de los equipamientos como escuelas,
centros de salud, parques, etc. ¿Sabe la ministra que en 1968 ofrecieron
eliminar el déficit en 15 años; que en 1990, en la Ley de Vivienda se preveían
15 años también? Pues han pasado 40 años -casi 3 veces ese lapso- y todavía nada. ¿De dónde
sale el número 15?
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¿Arte o delito?
Caracas está inundada,
como una plaga, de expresiones de grupos que con absoluta ignorancia del respeto
y la sindéresis más elemental, tapan, ensucian, destruyen, transgreden los más básicos derechos individuales y colectivos de la
ciudad.
Estampan sus terribles garabatos en señales de tránsito de todo
tipo, muros y paredes públicos, fachadas de edificios públicos o privados, y en
donde su profusa imaginación les indique.
Como en señales de tráfico en
la autopista del Este frente a La Carlota hasta en las vallas publicitarias de
la autopista de Prados del Este. |
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El Metro
necesita las 3R y algo
más. La publicidad de artículos de consumo está erupcionando en paredes, vigas y
columnas en las estaciones del Metro. ¿Es una estrategia de recursos propios? Ni
así se justifica.
Sería bueno pensar en información, educación,
entretenimiento, arte, etc, para complementar la arquitectura y la
extraordinaria función del Metro, en lugar de promover detergentes (Mr Músculo),
bebidas de sobrecitos (Tang), cadena de farmacias (Farmatodo), charcutería
(Oscar Mayer).
Además, ¿por qué usar la estructura en obra limpia de
concreto mientras están vacías muchas carteleras en vagones y andenes? ¿Con qué
criterio se decidió esta publicidad y quién fue? Esperamos que no haya sido
Fuenteovejuna. |
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