domingo, 3 de marzo de 2013

AyB 097 - 09 Agosto 2007

Ultimas Noticias | Jueves 09 de Agosto de 2007


El parquecito del Oeste

Henrique Hernández / Alejandro López /Juan Pedro Posani / Alfredo Roffé
acerasybrocales@gmail.com

Históricamente Caracas ha estado dividida en dos grandes zonas, la del Oeste y la del Este. Como en todas las ciudades capitalistas, también en Caracas la población se distribuye espacialmente según sus ingresos.

En términos muy generales, al Oeste la población de bajos ingresos, aproximadamente dos terceras partes del total, al Este la de ingresos medios y altos, la tercera parte. Como en todas las ciudades capitalistas, las mayores inversiones del Gobierno en equipar y mejorar la ciudad se concentraron en el Este en beneficio de la población de mayores ingresos.

Un ejemplo típico es el de los Parques del Este y del Oeste. El Parque del Este fue decretado en los años 50 por Pérez Jiménez e inaugurado por Betancourt en 1961, con un área de 87 ha. El Parque del Oeste se decretó en 1979 con un área prevista de 46 ha, pero se inauguró en 1983 con sólo 14 ha. Seis veces menos que el del Este. Tal era la lógica imperante en la capitalista Cuarta República.

Lo que asombra es que en ésta, nuestra Quinta República, que va aceleradamente hacia el socialismo gracias a Dios y a la acertada dirección del compañero Presidente, la situación no haya cambiado en lo que respecta al Oeste y el Este.

En el Aló Presidente Nº 29, el presidente Chávez asignó Bs. 838 millones para el Parque del Oeste, pero sólo Bs. 50 millones se hicieron efectivos, dada la mezquindad de los ministerios encargados. Desde entonces nada de nada. Alguna que otra idea de transformar el Parque del Oeste nunca fue tomada en cuenta por el alcalde Bernal o el alcalde mayor Barreto.

Estos siempre andan demasiado preocupados por problemas que ellos consideran más importantes, como la remodelación de las fachadas de algunos edificios privados viejos de Caracas o la gran torta para celebrar los 440 años de la ciudad, no han tenido tiempo para ocuparse del Parque del Oeste y de mejorar el equipamiento del Oeste de Caracas, donde vive la población que se ha sumado mayoritariamente al proceso revolucionario.

Sin embargo, la tarea es muy factible. Con una inversión de unos Bs. 580 millardos, apenas 270 millones de dólares al cambio actual, podrían efectuarse las expropiaciones, demoliciones y construcciones necesarias para llevar el parque por lo menos a las 46 ha proyectadas originalmente.

Entre esas obras una digna de mención sería la recuperación del edificio de la Miguel Antonio Caro, decretado patrimonio histórico nacional, y su transformación en foco activo de la revolución cultural.

El proceso podría efectuarse en 2 años con resultados parciales hasta su terminación.

¡Vamos compañeros Bernal y Barreto! Por donde se vea, es una obra importante para el proceso y para la gente. El mejoramiento de la calidad de la vida y la transformación de las mentalidades bien merecen esfuerzos de este tipo.


Nuevas ciudades, mejores metrópolis


Las ciudades son el eco de sus sociedades. El capitalismo, cuando asume aspectos socialistas, reproduce ciudades como las escandinavas. Si no, presenta ciudades de contrastes entre una opulencia grosera y una pobreza disimulada.

Los países emergentes del Asia o árabes, siembran centros de especulación inmobiliaria, igualmente de insólita opulencia, frente la ciudad tradicional y la pobreza digna de sus pueblos. En China, que revisa su modelo económico, están apareciendo en algunas ciudades de pobreza uniforme, conjuntos residenciales y financieros de alta densidad, de pésima eficiencia y calidad de vida copiados de Occidente.

En América Latina, las ciudades reproducen la realidad de sus clases sociales, una pobre y otra rica, urbanizaciones y barrios, como en el caso de Venezuela. Si se acepta la relación entre tipo de sociedad y ciudades, habría que alcanzar un desarrollo socialista para que las ciudades sean socialistas. Aquí, con una realidad capitalista de bajo desarrollo, una riqueza natural importante y un proceso de cambios estructurales hacia un socialismo inédito, se generarán posiblemente ciudades contradictorias, que reflejarán la realidad capitalista aún dominante en transformación hacia el socialismo. En todo caso, las nuevas ciudades venezolanas deben ser más eficientes y de mayor calidad de vida que las existentes. Deben responder a los objetivos y estrategias de desarrollo territorial y regional. Localizarse según factibilidad física y ambiental, cercanía a fuentes de empleo y servicios, accesibilidad y transporte, etc. Respetar, aprovechar y potenciar las condiciones topográficas, vegetación y cursos de aguas (sin aplanar o peinar montañas y cerros).

Privilegiar lo colectivo y público frente a lo individual y privado. Dominio de la propiedad social, comunitaria y estatal sobre la parcela privada.

Transporte público masivo más que vehículos particulares. Salud y educación públicas más que clínicas o educación privadas. Más espacios públicos (aceras, patios, bulevares, plazas, parques) y menos centros comerciales y clubes privados. Equipamientos ubicados cerca o distantes según escala y relación con la gente. Eficiente planificación, administración y mantenimiento del suministro de agua, energía, aguas servidas, comunicaciones, desechos.

Ciudades planificadas, construidas y administradas con la participación de la gente. El reto es construir ciudades que reflejen gradualmente a la sociedad socialista en invención y construcción de estos tiempos. En todo caso, mejores que las actuales.


Vamos muy bien, ¡por ahí es la cosa!

El anuncio del concurso para la rehabilitación del bulevar de Sabana Grande en Caracas, promovido por el Centro de Arte La Estancia y la Alcaldía del municipio Libertador, es una magnífica noticia que aplaudimos y defendemos. Por fin, desde las alturas del poder, donde se pueden tomar iniciativas públicas, se ha decidido pasar al ataque: tomar la delantera en esta lucha por el rescate de la ciudad como espacio público.

Lucha importante que hay que dar todos los días y que sin embargo parece haberse quedado empantanada en los problemas gigantescos de la basura o de los damnificados.

Celebramos la decisión de intervenir por fin con audacia en el drama de Sabana Grande, herida abierta en el centro de la ciudad, oportunidad maravillosa para comenzar a concebir un futuro urbano generoso.

Nos parece igualmente importante señalar lo oportuno y correcto que es recurrir al método del concurso público, la manera más eficiente de que se confronten ideas y se democratice y se oxigene el ambiente.

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